Mientras las demás estrategias discurren sobre cuántas veces un anuncio o campaña debe exponerse al consumidor hasta que concrete una compra, en el marketing de contenidos eso no tiene importancia. ¿Sabes por qué? Porque las campañas en el marketing de contenidos no existen.

Te lo explicaré mejor en el transcurso del artículo, acompáñame.

¿Qué es una campaña?

Para que lo entiendas desde el principio, tenemos que atribuir un significado a las campañas. ¿Qué caracteriza una campaña en el ámbito del marketing digital?

Una campaña en marketing digital se define como una planificación temporal hecha para alcanzar determinados objetivos de una empresa que pueden ser, por ejemplo, aumentar las ventas o la visibilidad de la marca.

Las campañas pueden tener varias acciones: reformular el envío de e-mail marketing, invertir en anuncios pagos en Ads, crear un micrositio (página momentánea orientada a destacar una acción de comunicación y marketing puntual), etc.

En resumen, son acciones que se asimilan a las campañas publicitarias por tener un tiempo de vida útil determinado, como un jingle en la radio o un anuncio en la televisión.

En la publicidad es muy común trabajar con campañas porque el presupuesto no permite que se transforme en una comunicación eterna.

Ventajas de las campañas en el marketing digital

La buena noticia es que la era digital ha revolucionado por completo la forma como las campañas funcionan y principalmente, los resultados que ellas traen.

Al trabajar con campañas en Internet, tienes la posibilidad de crear, por ejemplo, anuncios altamente segmentados, definidos por criterios demográficos, por intereses, gustos o hábitos, y todo esto te indica con gran rigor quién es o no tu cliente potencial. 

Así, Internet nos permite crear campañas muy eficaces. Si bien configuradas y trabajadas por un especialista, irás a dirigir la campaña únicamente a las personas verdaderamente interesadas en lo que tu marca tiene para ofrecer, transformando tu campaña en una herramienta de enorme retorno sobre la inversión.

¿Qué es marketing de contenidos?

El marketing de contenidos consiste en producir y compartir contenido atemporal relevante para el público del negocio, enfocándose en las dudas, dolores y necesidades de su buyer persona.

Hay muchas razones para optar por una estrategia de marketing de contenidos, pero las más comunes son: generar leads, aumentar el alcance de la marca, educar el mercado, lograr autoridad, reducir costos, etc.

El contenido puede tener varios formatos: blog posts, infográficos, e-books, videos, webinars, guías y mucho más.

El marketing de contenidos no es publicidad. La idea aquí es crear contenido frecuente que será útil a largo plazo para los clientes y clientes potenciales.

Hasta podríamos decir que ese es el gran atractivo de este tipo de marketing: en lugar de interrumpir a la gente, como los anuncios y campañas lo hacen, se crea valor y se llama la atención con algo verdaderamente interesante.

La principal premisa del marketing de contenidos es la relevancia, por su capacidad de crear de forma continua un interés, una interacción, y por supuesto, tráfico orgánico.

De hecho, el marketing de contenidos suele tener un efecto acumulativo: cuanto más material publicas, más probabilidad hay de que tu audiencia crezca de manera orgánica. No es algo que explote de la noche a la mañana, y a veces eso resulta desesperante para quienes están acostumbrados a la rapidez de las campañas tradicionales. Pero lo curioso es que muchas veces, cuando parece que nada sucede, tu contenido sigue trabajando en segundo plano, casi como una inversión silenciosa. Quizá no lo notes un lunes cualquiera, pero después de meses, aparecen resultados que ni imaginabas.

Otro punto que lo diferencia de las campañas es su capacidad de mantenerse en el tiempo, es decir, siempre disponible para quien desee tener acceso a él. También permite que lo vuelvas a divulgar cuantas veces quieras, por ejemplo en las redes sociales, principalmente si se trata de un contenido evergreen.

Campañas en el marketing de contenidos: ¿por qué estos dos elementos no tienen relación?

Ahora que te he explicado los dos conceptos, creo que ya estás listo para abandonar la idea de que el marketing de contenidos es una campaña.

Un detalle interesante es cómo el contenido puede adaptarse al paso del tiempo, a diferencia de los mensajes rígidos de una campaña clásica. Un artículo relevante escrito en 2025 puede actualizarse, recibir comentarios, ser compartido en nuevas plataformas y, de algún modo, adquirir una segunda vida. Las campañas son efímeras por naturaleza, pero los contenidos, si se cuidan y se actualizan, van sumando valor con el tiempo. Nada impide que un contenido de hace tres años resurja si las circunstancias lo vuelven pertinente.

Para poner en práctica una buena estrategia de contenidos, debes producirlos de manera continua y eficaz.

Las campañas, a su vez, tienen una fecha de caducidad, un tiempo determinado para que se acaben.

Si has observado bien, seguramente has notado que uno de los pilares principales del marketing de contenidos se refiere a la consistencia y a la periodicidad. Para ser un buen diseminador de contenidos es necesario producir materiales de calidad y de forma regular, diariamente, semanalmente y mensualmente.

La producción de contenidos para un blog o sitio web no puede ni debe ser vista como una campaña, puesto que una campaña remite inmediatamente a una fecha límite, y si hay una fecha final para que el proceso termine, entonces no hay manera de aplicar el marketing de contenidos allí.

Muchas veces las empresas enfocan sus esfuerzos en las metas de corto plazo, es decir, en campañas, como si esa fuera la única forma de alcanzar sus objetivos de marketing. Sin embargo, hay que mirar mucho más allá. Un emprendedor debe entender que una buena estrategia de marketing lleva pasos cortos y lentos pero, al final, resultan en un gran paso hacia la creación de una marca sólida y que, de verdad, conquiste a los consumidores.

Conclusión

Es muy común que las empresas y hasta profesionales de marketing todavía interpreten el contenido digital como una simple forma de hacer publicidad y eso es extremadamente perjudicial, no solo para las perspectivas a largo plazo del negocio, sino también para todo el equipo de contenidos, si piensan de la misma manera.

Por eso, es muy importante entender que al hablar de campañas y marketing de contenidos, nos referimos a dos estrategias diferentes.

Pero, aunque no se apliquen campañas en el marketing de contenidos, eso no impide que utilices ambos, al final, has visto que las campañas también tienen sus ventajas.

En verdad, lo más adecuado es que combines los dos elementos en tu marketing digital. De ese modo, lograrás reforzar tu marca en diversos medios y canales, alcanzando un público aún más grande.

Después de leer este post, me imagino que estás consciente de lo importante que es invertir en marketing de contenidos, ¿no es así? Entonces, descarga nuestra guía completa con todo lo que necesitas saber para comenzar una estrategia de contenidos.

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