El mapa estratégico de un negocio es responsable de explicitar, de forma resumida, las importantes medidas de desempeño de una organización. Básicamente es una representación de la planeación estratégica de tu empresa.
Esta herramienta forma parte de la metodología Balanced Scorecard (BSC), que fue desarrollada por los docentes de Harvard Business School en 1992, cuando percibieron la necesidad de un modelo más innovador de evaluación y desempeño empresarial.
El principal interés de un documento como este es ilustrar cómo cada área es responsable de alcanzar determinados objetivos de una empresa, para que sea posible que todo el equipo pueda visualizar de manera integrada su papel dentro de la corporación.
Esta herramienta es muy eficaz pues logra reunir tres de los principales puntos elementales de una buena gestión: foco, sinergia y control.
Es también a través del mapa estratégico que empresas como Volkswagen y la Justicia Federal han logrado alcanzar resultados importantes en el ámbito gerencial.
¡Comprueba a continuación los principales pasos para que puedas construir un mapa estratégico de forma práctica!
1. Elige un objetivo principal
Este paso se relaciona con los valores, la misión y la visión de tu empresa. En una cultura organizacional, estos puntos son importantes en el momento de guiar a tu equipo en la forma de resolución de los problemas, en la construcción de propuestas de acciones y en la comunicación interna.
El tópico “objetivo principal” u “objetivo clave” debe contener cuál será la meta para alcanzarlo y en cuánto tiempo debe ocurrir.
2. Determina las propuestas de valor
Las propuestas de valor son importantes para explicitar cuán responsables ellas pueden ser por ayudarte a alcanzar el objetivo clave. Debes elegir entre tres:
- mejorar el costo total;
- liderar en productos;
- o fidelizar clientes.
No hace falta complicarse pensando en una propuesta de valor fuera de lo común: muchas veces lo más simple, lo que ya está funcionando en tu sector, es lo que realmente engancha al cliente. Una propuesta bien definida no solo orienta las decisiones del día a día, sino que ayuda a filtrar proyectos y esfuerzos que a veces surgen más por moda que por necesidad real. No sé quién necesita leer esto, pero tratar de innovar solo por impresionar rara vez paga dividendos duraderos. Es más útil identificar con honestidad lo que puedes entregar mejor que nadie y enfocarte en eso. Al fin y al cabo, la claridad atrae más que la variedad.
3. Define las estrategias financieras
Sabemos que ninguna empresa es sostenible si no tiene una buena planeación financiera.
En este punto del mapa estratégico es esencial que pongas atención a tu propuesta de valor (determinada anteriormente), ya que esto afectará directamente a la elección de qué estrategia financiera utilizar – puede ser de crecimiento de la receta, de productividad y/o el uso de recursos.
4. Define las estrategias de los clientes
Esta etapa también estará relacionada con la propuesta de valor que ya has establecido.
Esto va a dictar cómo las estrategias con los clientes se desempeñan. Básicamente se suman a tres categorías:
- adquisición y retención de clientes;
- aumento de la receta por cliente;
- y reducción del costo del cliente.
No está de más recordar que, en 2025, los clientes ya no son tan fácilmente cautivados por promesas huecas. Las experiencias negativas se diseminan rápido y, muchas veces, un error viral puede costar más caro que años de inversión en marketing. Por eso, dentro de tu estrategia de clientes, es clave escuchar ese feedback incómodo y no quedarse en la complacencia de métricas vacías. A veces, una sola conversación sincera con una clienta descontenta aporta más que una docena de encuestas anónimas. Y sí, medí todo lo que puedas, pero no olvides que detrás de cada número hay una persona con expectativas bastante concretas.
5. Adopta estrategias internas
Sin la adopción de buenas estrategias internas no es posible alcanzar los objetivos financieros y los relacionados con los clientes de la mejor manera.
Una de las estrategias que pueden ser aplicadas es eliminar actividades que no agregan valor o que aplazan el desarrollo de tu negocio.
Para poder desempeñar esta fase con éxito, es aconsejable que, como gestor, tengas una característica esencial: saber liderar.
6. Planifica estrategias para el aprendizaje y el crecimiento
Después de establecer los puntos citados hasta ahora, será mucho más fácil para todo el equipo entender las lagunas y deficiencias de tu empresa.
En esta fase es interesante que se establezca cómo convertir a esos puntos débiles en aprendizaje y crecimiento. Normalmente estas estrategias se definen a partir de tres principales áreas:
- capital humano;
- capital organizacional;
- y capital de información.
El mapa estratégico es una herramienta indispensable en el paso de la fase de planeación a la de ejecución de los proyectos estratégicos. Al elaborarlo de manera clara y objetiva, estarás dando un gran paso para cosechar buenos frutos.
Ahora que ya sabes qué es un mapa estratégico y cómo hacerlo, échale un vistazo a nuestro contenido sobre los mapas mentales, que también son recursos bastante útiles en la elaboración de una estrategia, especialmente de producción de contenidos. ¡Disfrútalo!