La resiliencia en marketing es un tema cada vez más fundamental. Esta área de los negocios, como muchas otras, se enfrenta a múltiples desafíos y dificultades asociadas con el complejo entorno actual.
No importa si practica sofisticadas estrategias de Marketing Digital o si estás desarrollando una tradicional campaña de comercialización offline, tu equipo de mercadotecnia no estará libre de situaciones adversas y de grandes retos, así que, ¡necesita tener resiliencia!
Pero, de forma exacta, ¿en qué consiste este concepto? ¿Y cómo funciona y se hace tangible en las empresas? Y, sobre todo, ¿cómo orientarlo al marketing?
Si tienes estas dudas, ¡estás en el lugar correcto! Aquí abordaremos cada uno de estos puntos para que puedas, finalmente, ¡tener resiliencia en marketing!
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A ciencia cierta, ¿qué significa tener resiliencia?
Tradicionalmente, a la resiliencia también se le conocía como entereza, ya que hace referencia a la capacidad de las personas para superar situaciones adversas y, pese a ellas, obtener resultados positivos.
Este concepto a trascendido de tal forma que hoy ya es mucho más que un término psicológico y hablamos, también, de resiliencia en marketing y empresas en general.
Y es que la dinámica comercial es como la vida misma: es maravillosa, apasionante y brinda cada día la posibilidad de hacer algo grande, pero también plantea desafíos, eventos indeseados y contextos complejos.
¿Cómo funciona la resiliencia en las empresas?
En las empresas, la resiliencia es un factor de crecimiento, mejora continua y consolidación en los mercados.
Como a las personas, les ayuda a obtener resultados positivos en medio de situaciones desafiantes, así como a adaptarse a nuevas realidades y desafíos.
Pero, ¿cómo una empresa puede asumir un valor como este y hacerlo palpable? La respuesta, a priori, es sencilla: fomentándolo en su cultura organizacional y, en consecuencia, en cada uno de sus miembros.
Por supuesto, en la práctica, lograrlo no es cuestión de un chasquido de dedos, sino un proceso que demanda disciplina, esfuerzo y cambio de paradigmas. A continuación, verás de forma concreta cómo se aplica en el área de marketing. ¡Continuemos!
5 formas de aplicar la resiliencia en marketing
Como ves, independientemente de si se trata un comercio electrónico, una fábrica o cualquier otro negocio, la resiliencia en marketing es un factor esencial, que prácticamente puede valorase como elemento de supervivencia.
Para aplicarla este valor tan relevante, los equipos de mercadotecnia y sus miembros tienen que perseguir diferentes principios, filosofías y enfoques que promueven la adaptabilidad y el buen desempeño en contextos adversos. Nos referimos a:
1. Ser flexible y moldearse a las circunstancias
“Casarse” para siempre con viejos paradigmas, seguir siempre el mismo enfoque – independientemente de las circunstancias – y no abrazar los cambios ni las oportunidades de mejora son antivalores para el mindset resiliente.
Al contrario, para tener resiliencia en marketing necesitas ser flexible y abrir tus perspectivas. Solo así lograrás desarrollar la inclinación por adaptarte a las circunstancias, sin que esto suponga incertidumbre, temor y una especie de “bloqueo” de las competencias profesionales del equipo.
Por cierto, no está de más decir que esto de abrir la mente no siempre es tan natural como parece escrito aquí. A veces, hasta el equipo más brillante se queda anclado en un método que “siempre funcionó”, como si el mercado de 2025 fuera igual al de 2018, lo que claramente no es el caso. De vez en cuando, ayuda invitar voces nuevas o incluso mirar lo que hace la competencia con cierta humildad. No se trata de copiar, sino de no perder la capacidad de sorprenderse, de aceptar que a veces otro sí dio con una adaptación mejor. Ese tipo de flexibilidad es lo que después marca la diferencia en los resultados.
2. Asumir una actitud proactiva ante los problemas
La resiliencia, en el plano empresarial, no es una filosofía netamente reaccionaria, es decir, no se trata únicamente de esperar que se presenten los problemas para enfrentarlos.
También involucra cambiar y esforzarse por mejorar para que estos contratiempos no sucedan o, al menos, para que los daños e impactos asociados a estos sean mucho menores y no afecten el servicio, la experiencia de compra y otros elementos estratégicos.
En otras palabras, la resiliencia en marketing también demanda una actitud anticipatoria, especialmente modificar ciertos procesos, acciones y métodos antes que estos ocasionen resultados negativos.
Y es que el temor al cambio y la resiliencia nunca se darán la mano. Esta filosofía demanda líderes y profesionales que siempre estén preparados para salir de su zona de confort.
Ahora bien, vale la pena detenerse un poco aquí. Es fácil decir que hay que estar listos antes de que exploten los problemas, pero en la práctica, muchas veces no se nota que algo va a fallar hasta que el cliente lo grita en redes. Por eso, implementar prácticas como revisiones periódicas entre equipos o testear campañas con pequeños grupos puede marcar la diferencia. No es cuestión de paranoia, sino de que las sorpresas desagradables siempre llegan – y, sinceramente, mejor que sean en versión reducida primero. Quizá suene a consejo de manual, pero en 2025, la vigilancia activa sigue siendo más valiosa que cualquier promesa de inteligencia artificial milagrosa.
3. Convertir los errores en aprendizajes
Sí, apenas hace unas líneas hablamos de asumir una postura anticipatoria y de cambiar para evitar problemas, pero, seamos realistas, siempre ocurrirán errores, fallas y eventos no deseados. Recuerda: es parte de la vida, y también de la dinámica empresarial.
Por suerte, cuando suceden cosas negativas que no queremos o esperamos, la resiliencia en marketing también está allí para ayudarnos. De hecho, es estos contextos cuando este valor más se hace sentir.
Para la resiliencia en situaciones de error y fallas, el principio es claro: convertir a las equivocaciones en aprendizajes.
En vez de dejar que la frustración y el desánimo se hagan dueños de tu equipo de marketing, asume los errores con enfoque racional y analízalos en conjunto para encontrar puntos de aprendizaje dentro de estos. No olvides la esencia de la resiliencia: obtener resultados positivos en medio de obstáculos.
4. Encontrar soluciones que satisfagan al cliente
Los resultados exitosos, cuando hablamos de marketing, están asociados a impactos positivos en la experiencia del usuario, que contribuyan con la retención de clientes.
Por eso, a la hora de buscar soluciones a problemas y plantear cambios ante un error, el enfoque resiliente lo hace siempre con el cliente en mente.
Las empresas resilientes son flexibles y siempre mueven las piezas del tablero para mejorar su posición, y al mismo tiempo son lo suficientemente cuidadosas para evitar que los cambios generen rechazo en su audiencia.
Es por esto que resulta clave comunicarte de forma constante con tus usuarios, obtener información de estos por medio de contenidos interactivos y, en general, escuchar y palpar la “voz” del cliente.
5. Poner el foco en la innovación y las nuevas oportunidades
Este es otro de los pilares de la actitud proactiva asociada a la resiliencia en marketing y en el plano empresarial en general.
Un equipo con este valor se mantiene enfocado en encontrar focos de innovación en su segmento de mercado, que le permita hacer cambios positivos y aprovechar nuevas oportunidades sin temer al fracaso ni a situaciones inesperadas que siempre surgen en los trayectos de crecimiento.
¡Y bien! Ya conoces, a ciencia cierta, qué es la resiliencia en marketing y cómo aplicarla en tu ámbito de trabajo y desempeño profesional.
¡Buena suerte! Recuerda que la clave es dejar a un lado los viejos paradigmas y abrazar el cambio, la mejora, la superación y la innovación.