Ely
Mamá ¡Cómprate una isla!
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Mamá ¡Cómprate una isla!

No hice ningún estudio cuantitativo, ni entreviste a cientos de mamás, ni contraté una empresa para hacer encuestas. Pero como desde chica soy metiche, curiosa y observadora, he llegado a la siguiente conclusión: "La maternidad es absurdament...

Elizabeth Fernandez Caceres
2 min
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No hice ningún estudio cuantitativo, ni entreviste a cientos de mamás, ni contraté una empresa para hacer encuestas. Pero como desde chica soy metiche, curiosa y observadora, he llegado a la siguiente conclusión: "La maternidad es absurdamente solitaria". 

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Yaaaa ¿Cómo dices eso? ¿Acaso no tienes la compañía de tus hijos? ¿Acaso no tienes el amor de tu familia? ¿Mírate como estás rodeada de personas que te aman? ¡Cuánta ingratitud!

Esta afirmación no tiene el objetivo de ser lastimera o quejumbrosa, tampoco es una invitación para que nos tiremos en la cama en estado fetal a llorar y sufrir.  Es simplemente una declaración pública de una realidad mucho más común de lo que la mayoría de las personas imaginan.

Cuando tienes hijos pequeños, cosas como: comer en familia, participar de conversaciones de adultos, salir a tomar un café con tus amigas, hablar por teléfono con tu mamá, ver una película con tu marido, responder las preguntas del grupo de whatsapp, salir después de las 20.oo entre otras ... se convierten en desafíos casi olímpicos. Y la verdad que no es por falta de ayuda o por descuido del entorno. Es simplemente porque el niño o la niña solicitan y necesitan constantemente la compañía de la mamá. 

¿Será que a mi no más me pasa? Bueno si a usted también le sucede entonces le voy a dar una excelente terapia para poder enfrentar a la Sole. "CÓMPRESE UNA ISLA"

¿Una isla? Sí, una isla. Su propia isla. Pero para poder adquirirla es necesario hacer dos esfuerzos.

Primero:  Abrir lo ojos, mirar alrededor, cargar la escopeta para poder cazar una presa. En la plaza, en el barrio, en el supermercado, en la clase de natación, en la pega. ¡Plafh piticlán! cazar otra mamá. Otra que está en las mismas que tú. Comiendo a medias, pensando en pañales, ropas, juguetes, colaciones. Marcado consultas con el pediatra. Durmiendo a las 21.00. Con sueño acumulado y kilos a más.

Segundo:  Con la misma cara de palo que tenemos para pedirle al pediatra muestras gratis del remedio para los mocos. Pídale a la presa su whatsapp, de modo que pueda invitarla a su isla. Entonces en una tarde bonita,  mande el siguiente mensaje "estoy llevando a los niños a la plaza ¿quieres ir con los tuyos?" 

Así con una, así con otra, así con varias. De a poco comienza a crear un pequeño grupo. O por lo menos una dupla. Con quienes puedes conversar de todo, sin conseguir terminar nada. Con quienes puedes dar un grito de "Cuidado con ese columpioooo" sin ser masacrada. Con quienes puedes sentarte sin la necesidad de decir algo y agradecer la compañía. A quienes les puedas pedir una toallita humeda, un pañal, una galleta sabiendo que tendrá. Con quien puedes reír de tu estado burristico producido por el sueño. Y con quienes sabes que si pestañeas dos segundos, tendrás otros ojos mirando a tus pequeños.

Dios me bendijo con una isla linda, compuesta de tres mamás y seis niños. Esta isla ha sido una alegría en mi vida. Dos mamás y hermanas con quien compartimos los desafíos de la maternidad y aprendemos unas de las otras, y seis niños que aprendí a amar como si todos míos.

Querida mamá que se ha sentido absurdamente sola como yo también ya me sentí. No es necesario vivir este momento precioso de nuestras vidas en la dicotomía de la alegría de tener a tus hijos y la tristeza de perderte. Busca a otras como tú. Crea tu propia isla y comienza a ver los colores del mar nuevamente.